El hombre de las cavernas fue el primero que comenzó a “humanizar” a los animales. Claro, aquello
era apenas el primer intento por domesticar a los perros salvajes, cuya nueva función sería ser
animales de caza. Desde entonces y hasta la actualidad, donde es común ver perros de vacaciones,
spa para estas mascotas y animales sentados a la mesa familiar, pasaron muchísimas cosas. Pero…
¿qué implicó todo este proceso? ¿Es sano para los animales? ¿Y para nosotros?
“En un principio, el perro tuvo un propósito, servía para cazar. A lo largo de este proceso de
domesticación, después se dio paso a la utilidad del perro en el trabajo y eso lo fue llevando a un
proceso de convivencia mucho más cercana”, explica José Salgado, médico veterinario.
El especialista cuenta que se trata de un proceso de muchísimos años y que se percibe en todo el
mundo. “Lo que vemos en la Argentina es un fenómeno global que comenzó en sociedades
económicamente más desarrolladas y tal vez más evolucionadas en el cuidado animal. No solo se
humaniza el perro. También al gato, cerdos y caballos. La humanización parte de una necesidad
humana de cuidar y dar amor, algo tan simple como eso”, resume, y brinda un dato llamativo: “Esa
necesidad fue potenciada por los milenials, que vinieron a exaltar estos valores justificados por el
hecho de maternidades/paternidades más tardías. Por su necesidad de vivir solos desde más
temprana edad, pero a la vez con la idea y la necesidad de sentirse acompañados”.
“Las personas invierten cada vez más tiempo y recursos en sus mascotas. Desde llevarlas de paseo –
incluso de vacaciones-, hasta comprarles ropa, juguetes o snacks. Se preocupan por su salud tanto
física como emocional, y este es uno de los puntos más importantes y positivos a destacar. Existe
un claro vínculo humano-animal, que se traduce en un orgullo emocional y un fuerte sentido de
responsabilidad que conlleva la tenencia de mascotas. Por ejemplo, en la actualidad, muchas
personas compran snacks pensados exclusivamente para el cuidado oral de sus perros, lo que ayuda
a evitar la acumulación de sarro y mantiene las encías saludables. Hasta hace algunos unos años,
nadie hubiera pensado en la relevancia que también tiene la salud bucal de sus animales y el impacto
que esto tiene principalmente en la etapa de adulto mayor, asegurando que sus dientes estén más
sanos y durante mayor tiempo”, reflexiona por su parte Fernanda Serralta, de Médica Veterinaria
(MP 14644).
Por otra parte, la doctora Sandra Rivadulla, médica veterinaria (MN 6432), advierte sobre la
peligrosidad de asignarles demasiados atributos humanos a nuestros perros: “Existen joyas de
marcas internacionales, juegos interactivos, música para su descanso y relax, ropa de diseño,
perfumes, tinturas para el pelo, esmaltes para uñas y las cosas más increíbles que uno pueda
imaginar. Por supuesto que no todas son aptas para su salud y, en mi opinión, algunas de ellas
alejadas del respeto y la ética hacia los nuestros tan fieles compañeros”.
Serralta también hace referencia acerca de la “humanización” de las mascotas: “Celebramos que el
vínculo hombre-animal sea cada vez más estrecho. La mascota ocupa un lugar cada vez más
importante para las personas y eso nos parece muy positivo. Sin embargo, no creemos conveniente
confundir esta relación mascota-animal con una posible humanización, dado que podría implicar
atribuirles o esperar de ellos motivaciones, características o comportamientos humanos. En este
sentido, uno de los puntos más significativos tiene que ver, por ejemplo, con su alimentación.
Sabemos que las necesidades de los animales son diferentes, principalmente las nutricionales y por
eso resulta tan importante entender esta diferencia. No hay dudas de que las mascotas son seres
muy especiales para nosotros y es importante brindarles cuidado y cariño, pero no significa que
debamos considerarlos pares”, destaca.
Quien también coincide en este punto es el veterinario Nicolás José Carmona (MP 13246), etólogo
clínico y especialista en Bienestar Animal. “En líneas generales creo que la humanización no es
buena. Quizás sirva en algunas ocasiones particulares para promover una idea, mejorar el cuidado
del animal, generar empatía o explicar un concepto. Por ejemplo, cuando se dan charlas en
educación inicial sobre bienestar animal y tenencia responsable. Hasta el gran Charles Darwin lo ha
hecho en reiteradas oportunidades. El mismo escribió “los animales no sólo aman, sino que ansían
ser amados”. Pero humanizar y tratar de explicar el comportamiento de otra especie en términos
de la nuestra puede generar muchos problemas. ¿Por qué tenemos esa necesidad de todo querer
volverlo humano? ¿Por qué todo tiene que ser como nosotros? Creo que ese concepto
antropocentrista (nosotros somos el centro del universo) tiene que evolucionar”, subraya.
El especialista destaca como positivo el compromiso cada vez mayor, por parte de los tutores, con
el bienestar de los animales. Para él, por suerte “hay una tendencia creciente de las personas que
tienen bajo su responsabilidad el cuidado de un animal de consultar y atender la salud integral (física
y mental) del mismo.
“En los años 70, no tan alejado a nuestros tiempos, los perros vivían a la intemperie. No eran
comunes las visitas a los veterinarios ni las vacunaciones. Los baños sanitarios eran casi inexistentes.
La comida que ellos ingerían era una verdadera calamidad, desde sobras hasta alimentos totalmente
desbalanceados cocinados en el hogar. Hoy, gracias al avance en la nutrición y las ciencias
veterinarias en general, y a la conciencia que las personas fuimos tomando de la importancia en la
salud de nuestros perros, la longevidad ha aumentado, según algunos estudios, un 25% en los
últimos 25 a 30 años”, explica la Dra. Rivadulla.
Los expertos coinciden en que no es aconsejable humanizar demasiado a nuestros perros. Pero
también están de acuerdo en que, en los últimos años, la toma de conciencia sobre sus necesidades,
tanto a nivel afectivo como en lo alimentario, significó un avance muy importante en la calidad de
vida de nuestros animales. La Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal promueve el
cuidado general de las mascotas, con foco en una alimentación saludable y nutritiva.